Fruta: diez años de voces que florecen en resistencia y empoderamiento

Cinco mujeres, cinco voces, una misma raíz. Fruta nació como un encuentro de canciones y se volvió un grito colectivo de goce, lucha y celebración. Su música es un tejido de melodías latinoamericanas que, con impronta femenina, reclama espacios, abre caminos y desafía silencios. El próximo 19 de septiembre se estarán presentando en el Teatro del Fuerte (Fuerte Independencia 360) en el marco de Suena Tandil (Celebración de la Música Local).

¿Quiénes son y cómo surgió la idea de formar Fruta?

Actualmente el proyecto lo integramos Gisela González, Belén Rodríguez, Dai Grierson, Sandra Chariatti y Mica Arroyo. La idea surge en el año 2014, cuando algunas de nosotras nos juntamos a cantar. De ese encuentro nació el proyecto de armar versiones de canciones latinoamericanas con impronta vocal. Con el tiempo, Fruta fue mutando: cambiaron integrantes, estilos y géneros, pero siempre mantuvimos la raíz. El repertorio está conformado principalmente por canciones de intérpretes femeninas, con mensajes de goce, empoderamiento y reivindicación de voces latinas.

¿Cómo ven el panorama musical en Tandil para las bandas?

Faltan lugares para tocar. Hay mucha demanda de bandas y pocos espacios para que todas podamos presentarnos. Muchas veces armar un evento se vuelve difícil por el costo del sonido, la difusión y la venta de entradas. La solución que solemos encontrar es juntarnos entre bandas para organizar movidas colectivas.

En la música local, ¿Cómo sienten que está la participación de mujeres y artistas femeninas? ¿Han notado cambios en cuanto a inclusión y visibilidad?

La ley de cupo no siempre se cumple. Y aun cuando se cumple, sigue siendo desigual. Hay artistas mujeres que tocan, pero en los grandes festivales de la ciudad muchas veces no son incluidas. Y cuando lo son, no ocupan los horarios centrales. Incluso existen bandas reconocidas de Tandil que no son seleccionadas para cerrar los festivales, mientras se priorizan grupos de afuera.