Pepo Sanzano es actor, director, dramaturgo y docente con más de 40 años de trayectoria en el teatro y la televisión. Nacido en en Mar del Plata, se trasladó a Tandil en 1983 para estudiar Ciencias Veterinarias, pero pronto descubrió su verdadera vocación en las artes escénicas. Su incursión en el teatro comenzó con la creación de la peña La Gilada y su participación en talleres teatrales, lo que lo llevó a formar parte del grupo Los Prepu, con quienes alcanzó notoriedad a nivel nacional.

A lo largo de su carrera, Sanzano ha sido una figura clave en la escena teatral tandilense, impulsando numerosos grupos y espacios culturales. Ha dirigido y actuado en diversas obras, destacándose por su estilo humorístico y su capacidad para conectar con el público. Además, ha desempeñado roles docentes, formando a nuevas generaciones de artistas y contribuyendo al desarrollo cultural de la región. ​

Entre sus trabajos más reconocidos se encuentran los unipersonales «Sigóloco» y «No lo digo por experiencia propia, sino porque lo he vivido«, donde combina humor y reflexión. Su enfoque creativo y su compromiso con el arte lo han convertido en una referencia indispensable del teatro independiente argentino.

En AqM conversamos con él para descubrir juntos, la banda sonora de su vida.

Siendo una figura clave en la escena teatral tandilense, ¿Cómo has visto evolucionar el teatro independiente en la región y cuál creés que es su papel en la cultura local?

Primero no me considero «una figura clave». Me gusta sentirme un trabajador de la cultura. Un obrero del teatro tandilense. Y con respecto al evolucionar del teatro local y su papel en la cultura local, creo firmemente en que tiene un papel preponderante. Tandil, a través de  sus «usinas» de producción y creación artística: La Facultad de Arte, la Escuela Municipal y las salas locales (Club de teatro, Bajosuelo, 990, Atempo circo, Eter) es líder en toda la provincia. Es una ciudad donde todos los fines de semana hay teatro, y en todas las salas hay público. Gracias a mi actividad, tengo la oportunidad de girar en distintas ciudades y veo ésto. Tandil propone todo el tiempo.

Como docente y formador de jóvenes talentos, ¿Qué valores considerás fundamentales transmitir a las nuevas generaciones de actores?

Yo soy un militante de la juventud. Para mí siempre lo nuevo va a ser mejor. Sostenido por una juventud apasionada. Mi papel como docente y fomentador es pasar la posta, y contagiar la pasión y el amor incondicional por nuestro trabajo artístico.

Después de tu paso por Buenos Aires, decidiste volver a Tandil. ¿Qué te motivó a regresar y cómo influye la ciudad en tu trabajo artístico?

En realidad, yo soy marplatense, pero Tandil es mi lugar en el mundo. Llegué a los 18 para estudiar veterinaria, descubrí el teatro y se me voló la cabeza. El irnos a Buenos Aires, en ese momento con mis hermanos Prepu, fue para hacer teatro, apadrinados por Víctor Laplace. En el teatro siempre llevamos menos gente que una moto. Y llegó la tele, casi de casualidad. Y la tele tiene otro ritmo. Otra «histeria» que devora todo sin poder re trabajar. Volví por eso. Añoraba el teatro. Poder hacerlo. Actuar, dirigir y dar clase. Mi ciudad, no natal, pero si adoptada siempre me reconoció y me dió espacio para hacer. Por eso volví.

Con una trayectoria tan rica, ¿Qué proyectos te entusiasman actualmente y qué legado te gustaría dejar en el mundo del teatro?

Dejar legado, ninguno. A lo mejor que cuando se acuerden de mí, se sonrían. Y si logré inyectar el bichito de la pasión a algún joven o colega, estoy hecho. Listo para mí. Y ¿Qué me entusiasma? Siempre el próximo proyecto, en el aula o en una sala. El teatro es convivio puro. Te llena de hermanos.

Pepo, sabiendo que Víctor Laplace jugó un rol decisivo al apadrinar a los Prepu, ¿Cómo equilibras ese importante legado de mentoría con el reconocimiento a tu propio mérito? ¿Considerás que la influencia de Víctor fue un faro que iluminó tu camino, o pensas que la constancia y el trabajo personal fueron los motores principales de tu carrera?

Víctor fue el responsable de la carrera de Los Prepu. Sin él no hubiéramos ido a Buenos Aires a probar la cosa. Por lo tanto, siempre será un faro al que seguir. Agradecido para siempre. Esa generosidad no es tan habitual. Y él también me enseñó a eso de pasar la posta y apostar por la juventud. Y ¿Mi mérito? Soy un obse, trabajador constante. Nunca seré un vago que se abandona a nada. Ese es mi motor. El trabajo constante. Al principio me reconocía como el peor de Los Prepu, pero admiraba tanto el trabajo de mis compañeros, que me preparaba y esforzaba el triple para emparejarme. No de competencia (si algo no tengo, es eso), si no de apuesta a la excelencia artística. Y que se entienda que uno es el artista que es. Sin tornarse una desmedida ambición. Reconocerse es parte de ese proceso.

Tanto el músico under como el teatrero independiente suelen compartir esa mística de entregarse con el alma, incluso cuando hay dos personas en la sala. ¿Te sentís identificado con esa entrega? ¿Cómo es tu relación con el mundo de la música y encontrás puntos en común entre subir a un escenario con una banda y hacerlo desde el teatro?

La entrega es la única forma de trabajo que conocemos. Nuestra profesión depende de eso. Uno se da para que lo que hace exista. No se puede hacer a medias. No conozco ningún músico que haga un tema por la mitad o haga menos notas en un sólo de guitarra. Uno está para eso. Para darse.

Obviamente que trabaja con la esperanza. Nuestra esperanza es agradar. Agradar y provocar. No sólo la provocación de incomodar (que también es necesaria en el teatro). Provocar un momento distinto es también la búsqueda. Y claro que queremos tener la sala llena. No creo mucho en la gente a la que le da lo mismo. No me parece sincero.

Soy además un ser muy musical. Mi casa está llena de música y mi historia también. He visto recitales de bandas nacionales y extranjeras a lo largo de mi vida que causarían la envidia de más de uno jaja… pero es verdad. Mi hijo es músico y periodista (subeditor de la Revista Rolling Stone), y mi hija bailarina y cantante. O sea… me parece que ahí la pasión, la pasé.

Por último la lista con La banda sonora de tu vida.

1- «Cuánto tiempo más llevará» (Seru Giran) Podría haber puesto cualquiera de Seru o de Charly. No hay un sólo día de mi vida, desde muy chico, en que Charly no esté presente. Y «Cúanto tiempo…» me pone siempre bien

2- «Whole lotta love» (Led Zeppelin) también podría poner muchísimos temas de Zeppelin. Siempre está bien escuchar. Te arrancan de cualquier estado para que estés ahí. En ese tema. Zeppelin es el gran legado a mi hijo Martín.

3- «Vos sabés» (Los Fabulosos Cadillacs) si hablamos de hijos y de nacimientos, no hay forma de escuchar ese tema y que no estén conmigo los dos. Ese tema me los trae. Y para colmo después Flavio lo hizo con Los Cafres y mandó «Cuando el doctor dijo: señor lo felicito es una niña…» cartón lleno, es para Sofía.

4- «So lonely» (The Police) Otro tema que cuando lo escucho, ya estoy bien. The Police tiene mucho que ver en mi vida. Al principio, y de gordito rockero, los bardeaba, pero me partieron el coco.

5- «Somebody to love» (Queen) y también podría poner mil temas de Queen. Es la banda «excelente». Y hablando de envidias… yo los ví en el estadio de Mar del Plata… besitos (risas)

6- «Everybody needs somebody to love» (The Blues Brothers) es Los Prepu. Música de final de espectáculo siempre. A partir de nuestro trabajo en el programa de Tato Bores, donde emulamos a ellos, se nos metió en la oreja, la cabeza y el alma; la música de los Brothers.

7- «Tom Sawyer» (Rush) temazo. No puedo decir mucho más. Me encanta por dónde sea. Tiene que estar en mi lista

8-  «It’s a long way to the top (If you wanna Rock ‘n’ Roll)» (AC/DC) otra banda que podría citar con muchísimos temas, pero éste también es mis hijos. Película que si la pasan se ve, «Escuela de Rock«, y esa versión con los pibes, tremenda.

9- «Cheques» (L.A. Spinetta) más de 50 temas podría poner del flaco. Pero pongo éste porque lo cató mi hija en una presentación con banda y yo hice lo que hago cada vez que la veo bailar o cantar… lloro tranquilito disfrutando.

10- «Canción con vos» (Alejandro Balbis) amante de la música uruguaya y de sus músicos, no podía dejar de poner a un referente. Y Balbis como trovador, como cantautor me apasiona. Y esa canción me desarma. Literalmente

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