Con más de tres décadas de trayectoria, Andrea Demarco comparte cómo fueron sus inicios en la música, los escenarios que la marcaron y su presente entre la poesía, el teatro y los nuevos proyectos interdisciplinarios. Además la artista será homenajeada en el marco de Suena Tandil el próximo 10 de octubre. Conversamos con ella sobre su pasado y presente artístico.

¿Cómo arrancó todo? ¿Cuándo y cómo descubriste tu pasión por la música?

Bueno, te cuento. Vengo de una familia de músicos, así que la música no era algo especial: era parte de lo cotidiano. Me pasaba mucho tiempo con mis primos, que eran un poco más grandes; escucharlos y hacer música con ellos me dio la pauta de querer seguir ese camino.

Tuvimos la suerte de que nos mandaran al conservatorio desde chicos (Guillermo, Vicente y yo) aunque siempre dudamos si lo hicieron porque querían que fuéramos músicos o simplemente para mantenernos ocupados. Lo cierto es que todo empezó de manera natural. Siempre digo que en las casas donde hay instrumentos, lo natural es que el niño se acerque al arte.

La pasión vino como una determinación. Tuve a mi primera hija a los 19 años y nunca fue un impedimento, al contrario: la música seguía siendo mi camino. Sabía que quería cantar, siempre me gustó la gente y compartir lo que hacía. Creo que ahí está la diferencia entre cantar en la ducha o subirse a un escenario.

Estudié en la Escuela de Música Popular, con profesoras particulares y después empecé a viajar a Buenos Aires para adentrarme en otros estilos como el jazz, el tango y la bossa nova. Incluso estudié portugués porque me gustaba cantar esa música. Siempre fui una apasionada de aprender más, y ese conocimiento me daba seguridad.

 A lo largo de tu carrera, ¿con qué músicos o bandas has compartido escenario o grabaciones que te hayan marcado?

En el camino me crucé con mucha gente que se interesó por mis proyectos y tuve la suerte de estar rodeada de músicos increíbles, de Tandil y de otros lugares.

Siempre fui de producir mis propios espectáculos, armar repertorios y generar trabajo. Eso me llevó a conectarme con una productora de Buenos Aires, a viajar y a hacer giras largas, de tres meses. Fueron experiencias muy buenas, que después me ayudaron a tomar decisiones sobre cómo quería seguir.

¿En qué proyectos musicales o artísticos estás trabajando actualmente?

Hace años me metí en la dramaturgia y la escritura de guiones. Hace dos años publiqué mi primer libro, y a fin de este año sale el segundo.

Trabajo de forma interdisciplinaria, acompañando a escritoras en la presentación de sus libros, guionando la puesta en escena de sus textos. Descubrí un mundo hermoso en la poesía. Escribí un espectáculo homenaje a Federico García Lorca, que dirigí y actué con un gran elenco. Antes había hecho lo mismo con un homenaje a Eladia Blázquez.

Con la obra de Lorca viajé mucho, incluso la llevé a Buenos Aires. El año que viene retomo la gira en el Teatro Avenida, donde Lorca estuvo por última vez en Argentina. Es un gran honor para mí.

También trabajé en Buenos Aires en La Dama de Bollini, junto a pintoras como Paula Barbini y Marcela Roldán, y escritoras como Diana Arias (Penguin Random House). Hoy mi horizonte no es solo la música: también está la palabra, con todo su peso y belleza.

El año pasado participé en un plan nacional de alfabetización. Con la directora de la Biblioteca Popular armamos el proyecto Lorca itinerante, para llevar poesía a las escuelas. Fue una experiencia alucinante, de esas que te cambian.

Actualmente estoy grabando reportajes con dos colegas en un ciclo llamado Escena Abierta, donde damos espacio a proyectos artísticos. Y en Palabras Cantoras trabajamos con textos que originalmente no fueron escritos para ser música, pero a los que alguien les puso melodía.

 ¿Qué artistas o compositores te siguen inspirando hoy?

De chica me fascinaba Tita Merello. En mi casa había prejuicios hacia ella, pero cuanto más me la desaconsejaban, más me gustaba. Y creo que algo de su fuerza me marcó.

También crecí en una familia donde se escuchaba tango, mientras que con mi primo hacíamos Sui Generis y Pappo. Pertenecemos a una generación que se crió con la radio, y eso es valiosísimo: aprender a escuchar. La imagen está buenísima, pero escuchar sigue siendo fundamental.

¿Dónde se puede encontrar tu material, libros o música?

Todo lo que hago lo comparto en mi Instagram @andreademarco.art.

Mi primer libro se llama El Camino del Perdón y está en la librería Alfa. El segundo sale a fin de año.

En cuanto a música, grabé tres discos de jovencita y uno más reciente, Lenguaje de Infancia, registrado en Tandil. Todo está en mi canal de YouTube.

Invitame un café en cafecito.app