Hernán Fuentes habla de su recorrido musical, su vínculo con la tecnología y los proyectos que hoy definen su identidad sonora.
¿Cómo resumirías tu camino musical hasta hoy?
Mi camino musical es como mínimo accidentado, con infinidad de idas y vueltas, pero inicia en 1996 cuando ingreso al Conservatorio de Música. Ahí conozco muchos y queridos músicos, amigos y amigas; entre ellos destaco a Baltazar Pifano y a Gonzalo Pugliese, con quienes tuvimos una química inmediata y un gusto musical compartido.
En 1999, junto a mi hermano Ariel Fuentes, Guillermo Capellutti y Leandro Alfonso, formamos “Tango 5”. Ahí toqué el bajo y programé nuestro Casio CT-700, computadora y Roland D-20 de Leo y Korg N364 de Guille. Tocamos varias veces en Viejo Boliche, Aula Magna y plazas de la ciudad. Conservo grabaciones de los ensayos y recitales que dimos durante dos años.
En 2000, un compañero del Conser se mudó a USA y con mi hermano le compramos algunos equipos, entre ellos un sintetizador Roland XP-10 y un secuenciador Kawai Q80EX, la NASA en ese momento. A partir de entonces y como Betularia, en formato solista, comienzo a programar y secuenciar mis canciones y me acompaño con guitarra.
Luego, y por intermedio de Gonza, conozco a José Ponce, siempre pionero e interesado en la tecnología, quien generosamente, como es su costumbre, me ofrece compartir una fecha en Soda Bar con solo haber escuchado una canción grabada en cassette de forma casera. Luego de esa fecha hicimos una más en el Uni Resto Bar y durante algunos años tuvimos contactos esporádicos mientras desarrollaba mis estudios y trabajo y componía mis canciones en solitario.
En 2004 adquiero mi primera PC, que aún conservo funcional, con una interfaz de audio de 8 canales de PC MIDI Center que me recomienda Mauri Martínez, y creo mi primer home studio Superstar Producciones Independientes. Comienzo a estudiar el audio digital con las publicaciones de Future Music españolas y cursos por internet. Digitalizo cintas y vinilos, grabo solistas, bandas y mis canciones. En 2006 y 2007, trabajando en el Conser, grabo los dos primeros CD de audiciones anuales y en 2008 comienzo a trabajar full time en educación, lo que me aleja temporalmente de la producción musical.
En 2012, José comienza a gestar lo que sería el ciclo Travesía, que se desarrollaría en “La Cautiva” durante 2013, y vuelve a convocarme junto a destacadas formaciones locales como Amateur y Blop!. Posteriormente me integro a su formación Pesses Électroniques en teclados, guitarra y samples, continuando con el legado del querido y recordado Baltazar, completando en ese momento un trío junto a Luciano Quiroga en bajo. Con Pesses Électroniques crecimos en equipamientos y tecnología, grabamos en mi segundo home studio Verdemar de 16 canales, tocamos con bandas locales y compartimos dos fechas muy especiales con Altocamet en 2013 y 2015, hasta que en 2019 la formación se disuelve. Es un período que recuerdo con mucho cariño por los gratos momentos y aprendizajes compartidos junto a Mariela Gobbi en teclados, Diego Palmieri, Octavio Picasso y Esteban Omar Silva en baterías.
En 2016, en una de mis vueltas al Conser, conozco a Gastón “El Colo” y su fascinante laboratorio de sonidos, quién además de compartir generosamente su conocimiento, tiempo y espacio, me animó a descubrir el interés por la síntesis. También conozco a Juan Polito como profesor y más tarde como músico, compartiendo una fecha en el Teatro del Fuerte y como productor cuando nos abre las puertas de su hermoso estudio Haciendo Discos.
En 2021, ya como Benteveo, José vuelve a convocarme para compartir fecha junto a Blop! en Macanudo y desde entonces participo en sus producciones y lanzamientos a distancia como músico y consultor técnico.
A fines de 2021, Juan Olano me convoca para participar en un evento que se denominó “Ritual criollo”, en homenaje al admirado Palo Pandolfo, junto a Crisantemo y la cofradía variopinta y bandas y solistas locales y de la región en Incubadora de Arte.
A fines de 2022, por iniciativa del reconocido baterista y percusionista Diego Pourté, residente en la ciudad de Azul, decidimos formar un dúo de percusión afro latina y música electrónica al que luego llamaríamos Brassica Rappa. A principios de 2023 grabamos un EP y tocamos como invitados en eventos culturales y artísticos. En 2025, Hernán Teppa nos ofrece generosamente publicar nuestro EP a través de su sello Buenaventura Discos y se encuentra disponible desde el 7 de septiembre en todas las plataformas.
En septiembre de 2025, nuevamente Juan Olano me convoca para producir la técnica de una presentación de Crisantemo y la cofradía variopinta en formato sound system con músicos invitados, para el evento “Suena Tandil”, en el que se homenajeó a generaciones de músicos locales y del que participaron gran cantidad de reconocidos valores históricos de la ciudad.
Actualmente me encuentro produciendo y grabando en Verdemar, ampliado a 24 canales, feliz y recientemente integrado a las formaciones de Crisantemo y la cofradía variopinta y Los Otros, además de producir, tocar y presentar el EP de Brassica Rappa en Tandil y Azul.
¿Cómo se fue formando esa identidad híbrida entre guitarrista, cantante y explorador de sintetizadores, etc.?
El paso y la transformación se fue dando en función del acceso a las tecnologías. Comencé a escribir canciones con la guitarra española y de a poco fui sumando equipos, instrumentos y computadoras. Cada uno representa un desafío y no siempre uno sale airoso del enfrentamiento ni dispone del tiempo para explorar todos sus potenciales, pero la curiosidad y el gusto por las tecnologías permanecen intactos y actualmente me siento a gusto teniendo disponible un mar de posibilidades para desarrollar las ideas musicales.
¿Cómo describirías tu estilo a la hora de componer?
Creo que mi estilo de composición actual es emocional. Necesito de la emoción para hacer que una idea prospere y no quede en el camino. Por suerte, cada día me emocionan más cosas y trabajar con gente que comparte las mismas emociones hace que componer, arreglar o producir sea una labor fluida. En el pasado fui un compositor solitario y quirúrgico; me encantan los detalles sonoros, pero con el tiempo he logrado apreciar también el trabajo compartido, los errores y fallas útiles, lo espontáneo y lo natural como valores imposibles de ser programados.
¿Sos de partir de la guitarra, de un beat, de un loop, de un sonido sintético o depende del día?
Cuando escribo una canción lo hago con la guitarra: anoto estructuras, acordes y melodías. A veces esas canciones pasan a una segunda etapa de preproducción y demo en la que programo, con más o menos siempre los mismos recursos, una pista sobre la que cantar y, si esta me parece potable, encaro la grabación con mayores recursos, instrumentos y una edición y mezcla detalladas.
Cuando creo música electrónica no lo hago desde la compu, sino tocando e improvisando sobre la marcha; en el pasado grabando cada track en el secuenciador desde un sinte multitímbrico y en la actualidad con Ableton. Tengo varios instrumentos asignados: algunos VSTs, sampler, sintes análogos, controladores, filtros y efectos.
En Brassica Rappa compongo a partir de ritmos y toques afroamericanos que propone mi compañero Diego en la percusión; a partir de un tempo y figuras rítmicas que intento conjugar con beats electrónicos, bajos y leads analógicos y loops y samples procesados en tiempo real. Se graba todo el MIDI en Ableton y luego se buscan, corrigen y editan clips para conformar la versión definitiva.
¿Cuáles son tus herramientas favoritas para crear? (guitarras, sintetizadores, samplers, interfaces, pedales, etc.) ¿Hay algún plugin, pedal o sintetizador que sientas parte de tu “firma sonora”?
Mi principal herramienta para la creación de canciones siempre ha sido la guitarra, ya que permite conjugar una determinada “destreza” sobre el instrumento con la emoción y la voz en simultáneo. A la vez, Ableton me propone un escenario más lúdico que es indispensable para la diversión a la hora de producir electrónica. Para el multitrack, edición, mezcla y master trabajo con Reaper y Cakewalk/Sonar.
Tengo sonidos favoritos que no abandono: hace años que uso un VST Toontrack EZkeys que incluye Melotoon, una emulación de Mellotron, y tiene un sonido de pad llamado Permafrost que está presente en casi todos los tracks que produzco. También me encantan los bajos analógicos del Arturia Minibrute y el Behringer Model D.
¿Sos más de lo analógico, de lo digital o del cruce entre mundos?
Definitivamente el cruce y el rescate de lo efectivo, lo que sirve a determinado propósito. Todas las herramientas sonoras ofrecen un potencial enorme y, con la dedicación necesaria, pueden dar resultados asombrosos. Un ejemplo de esto es el Arturia Spark, una combinación de software y hardware de control que brinda posibilidades infinitas y con la que todo el tiempo descubro algo nuevo.
¿Qué guitarristas, cantantes o productores te marcaron?
Mis principales influencias han sido desde el comienzo Federico Moura, Miguel Mateos, Gustavo Cerati, Spinetta, Charly García y Leo García. De lo internacional: U2, Duran Duran, Pet Shop Boys, Génesis, Pink Floyd y Radiohead. Mis productores favoritos son Nigel Godrich, Alan Parsons, Giorgio Moroder y Gustavo Santaolalla.
¿Cómo empezó tu participación en los proyectos de José Ponce? ¿Qué te atrapó de su música y su forma de trabajar?
José me convoca a participar de algo concreto entendiendo que compartimos gusto por ese pop rock tecnológico que hacemos, siempre con un proyecto bajo la manga. Luego las vueltas de la vida y la despedida de Baltazar hacen que me integre a Pesses Électroniques para aportar ese lado tecnológico a la banda.
La propuesta creativa de José siempre da lugar al aporte y la participación grupal; sus canciones y su forma de encarar el desafío siempre han sido muy atractivas y hacen que uno ponga lo mejor de sí para intentar elevarlas aún más. Con Pesses Électroniques surgieron hermosas canciones como “Mil estrellas”, “Sabiamente”, “Exótico” o “Vuelvo de matar”, que contienen muchísimo aporte grupal y creo que han alcanzado un grado de madurez y profesionalismo difíciles de encontrar en la escena musical actual.
Para “Traidora de cenizas”, próximo single de Benteveo pronto a publicarse, aporté una línea de arpegios evolutivos con Arturia Acid y asistencia técnica en guitarras.
Es un orgullo poder colaborar y contar con la amistad y el reconocimiento de un músico y compositor pionero y promotor de la transformación en la escena musical de Tandil y la región.
¿Estás trabajando en algún proyecto personal que quieras adelantar?
Actualmente estoy trabajando en un tema de Crisantemo y la cofradía variopinta, con un procedimiento atípico que incluye grabar la batería en último término. Además, me estoy integrando a la preproducción para el nuevo trabajo de Los Otros y componiendo y grabando en Brassica Rappa y Betularia, que son mis proyectos personales.

