La flautista tandilense María Eugenia Iriani traza un recorrido vital donde la música es comunicación, búsqueda y camino compartido. De sus primeros pasos en la Banda Municipal de Música, al presente en proyectos de vanguardia y música académica, Iriani combina docencia, interpretación y la certeza de que tocar con otros siempre es un acto que maravilla. El próximo jueves 11 de septiembre se estará presentando en el Salón Blanco (Belgrano 485- Tandil) en el marco de Suena Tandil (Celebración de la música local).

Para quienes están descubriendo y conociendo la música de Tandil: ¿cómo te presentarías y qué te motivó a dedicarte a la música?

Me acerqué a la música buscando ‘algo’, posiblemente una necesidad de comunicación, de expresión, de libertad. La flauta traversa fue el instrumento que me sedujo desde el principio. Toco desde los 17 años y, con el tiempo, la música además de pasión se transformó en un medio de vida: mi primer trabajo fue como integrante de la Banda Municipal de nuestra ciudad y luego como docente, tras estudiar la carrera de Educación Musical.

¿Qué músicos, géneros o experiencias han marcado tu estilo y tu manera de interpretar la flauta?

Mi primer maestro de flauta, muy importante para mí, fue Javier Logioia Orbe. También Sergio Lahuerta y Adriana Rodríguez, entre otros. A nivel local, un gran músico popular que siempre admiré fue Oscar Tavano.

¿En qué proyectos estás trabajando actualmente y qué desafíos y satisfacciones te traen?

Formo parte de la Orquesta Inorgánica y del cuarteto integrado por Jorge Torrecillas, Sebastián Pantussa y Tomás Garvie, donde experimento con la música de vanguardia. Además, en el género académico, integro un dúo junto al guitarrista Hernán Mastromarini.

Desde tu perspectiva, ¿cómo ves la escena musical de Tandil para músicos locales, especialmente para quienes se dedican a la música de cámara o a la improvisación?

En Tandil hoy, afortunadamente, existen muchas y variadas propuestas musicales. El Conservatorio Provincial de nuestra ciudad es un gran generador de nuevos instrumentistas.

¿Qué aprendizajes rescatarías de tu experiencia enseñando música y qué mensaje darías a las nuevas generaciones de flautistas y músicos?

En mi carrera como docente tuve la oportunidad de conocer a mucha gente, colegas y alumnos que me enriquecieron como persona. La música es comunicación, una posibilidad enorme de conectarse con otros. Y tocar con otros siempre es, y ha sido, maravilloso.

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