Con el lanzamiento de «Horizón«, Diosque revela una pieza central de su próximo álbum, «La gran mañana«. La obra del artista argentino siempre se ha caracterizado por ser una radiografía emocional del corazón que logra establecer contacto con sentimientos universales, entregándose tanto al pop como a la chacarera, sin prejuicios, sin cálculos, sólo por el saludable vicio de cantar, en esta ocasión junto a la inconfundible voz de Juliana Gattas, vocalista de Miranda!.
La canción destaca inmediatamente por su inmensa carga personal y emotiva. «Horizón» es una pieza muy especial, escrita por Juan Román Diosque y Eduardo Ferrer, dedicada a Gorrión, el perro que acompañó al músico durante años.
La canción nació de una manera muy auténtica con un arpegio de cuerdas y tomando un tono folclórico. Diosque confiesa que son este tipo de canciones, las que «te salen sin pensar, de un momento a otro«, las que suelen ser las más auténticas.
El eje del lanzamiento es la transformación de una despedida íntima en música. La pieza logra universalizar una experiencia de duelo y convertirla en una imagen de libertad. La letra utiliza la imagen del horizonte y las fronteras como metáforas del paso del tiempo y la continuidad. Elementos como el pájaro, el viento y la muerte comparten la idea de la liberación y la «transformación a algo eternamente interrumpido«.
Para dar énfasis a la emotividad de la letra, Diosque optó por una estructura musical intencionalmente despojada. «Horizón» es la canción más minimalista del disco, donde se utilizó la «menor cantidad de recursos posibles para dar profundidad a la letra, al sentimiento«.
El artista se ha permitido el lujo de contar con la participación de Juliana Gattas. La canción fue producida por Javier Belziti y Juan Román Diosque, con Belziti también a cargo del mixing, el mastering y la ingeniería en grabación, por su parte María Longobardi aportó los coros.
Sobre el artista
Diosque es una de las mentes más renovadoras de la música contemporánea argentina. Dueño de una lírica inigualable y de una música inclasificable, ha sabido hacerse lugar entre los grandes compositores de nuestro tiempo.
A lo largo de su discografía, se evidencia una evolución compositiva en la que siempre existe la sensación de que el autor está un paso adelante. No casualmente Daniel Melero decidió producir su primer disco «I Can Cion» (2007), co-editado entre Pop Art Discos y Sony, un álbum lo-fi coherente con la época y catalogado hoy en día como una publicación de culto.
En 2012 edita «Bote«, lo que sería su álbum más clásico desde la producción, más cercano a composiciones de guitarra y voz.
En 2014 lanza «Constante«, editado entre Geiser Discos y Quemasucabeza, álbum que, rozando la incomprensión de un artista distinto, es catalogado por foros y críticos especializados como uno de las mejores obras de esta década.
Ha colaborado con artistas de la talla de Julieta Venegas, Molly Nilsson, Sara Hebe, Crow44, Los Besos entre otros.