Un desafortunado accidente de moto le cambió la vida a Luca Billy, quien alcanzó más de 4 millones de reproducciones en TikTok e Instagram, donde fusiona música y filosofía. «Tienda de comestibles varios» es su primer álbum solista de estudio.
En este trabajo hay mezcla de influencias y recursos varios, muy cercano al rock nacional fundacional como Charly García, Fito Paéz, o incluso sonidos que nos recuerdan a Viejas Locas/ Intoxicados pero con muchos sonidos contemporáneos (hay algo de Airbag también), sintes y arreglos tan ricos como variados.
El álbum abre con «Te conozco perra» que por momentos suena funk con unas guitarras rítmicas que le dan amplitud y explosión, al final del estribillo los cortes te llaman a querer seguir escuchando. «Si supieras» es más un formato canción/indie, inicia con un par de acordes que salen de una guitarra acústica, de esas canciones que uno corea en el verano. «Dame el wisky cabrón» es algo más alternativo, rock con hip-hop bien al estilo Illya Kuryaki o Molotov, seguido de la balada «Pensar…te» y «Vámonos lejos de aquí» que suena un poco más cruda que la anterior, tenés que llegar hasta el solo de las teclas (que si te llevan lejos de aquí).
«Eres tú» es amiga de «Si supieras» instrumentalmente, pero a diferencia de esta última se queda en el formato acústico y no levanta como la primera. En el caso de «Me gustaría ser normal«, nos encontramos con una intro de boda, nos recordó mucho las piezas más populares de Pity, unos cambios de acorde que sorprenden y el agregado de un relato que suena como la conciencia del autor, que repite todas esas voces y frases que muchas veces no queremos escuchar. Luego levanta completamente con «Las aventuras del Vampiro David» (al mejor estilo Ratones Paranoicos), pero ya en «Seamos fuego» la sintonía es otra, más down rítmica y melódicamente pero no por eso menos profunda en la lírica, para encontrarnos en «Bienvenido a la máquina U25«, un experimento instrumental cinematográfico que le pone una pausa, tomás aire y seguís escuchando.
Cierran «La tierra paraíso del Señor Dopamina«, una canción muy cirsence que bien podría ser incluída en una obra de teatro musical o en un espectáculo callejero de clown, ingeniosa, divertida, y «Táctil soledad«, canción de fogón, con un bajo dotado de arreglos tan Aznar por momentos y cuerdas que hacen de ésta una pieza para compartir en encuentros: «Cada uno en su supuesto paraíso, cada uno en su táctil soledad…«
Sobre el artista
Nacido en una familia de músicos, Luca Billy cultivó su pasión desde niño. En 2020, un accidente de moto que afectó su brazo izquierdo casi lo aleja de la música, pero su carisma y fuerte personalidad lo impulsaron a seguir adelante.
Oriundo de Córdoba (Argentina), su primer álbum fusiona géneros como el rock progresivo, la psicodelia, el indie, el funk y el pop, y refleja el artista: carismático, reflexivo y sin pelos en la lengua.
Con canciones que exploran el amor, la seducción, la soledad y la disconformidad con la sociedad, entre otros, Luca crea una experiencia musical tan diversa e impredecible como su propia visión del mundo.con influencias de The Beatles, Pink Floyd, Queen, Radiohead, Charly García y Cerati,
«Tienda de comestibles varios» desafía lo común y conecta con lo más humano. La portada, que muestra un espacio caótico y creativo, encapsula esta mezcla de lo analógico y lo digital, de lo íntimo y lo universal.