BAMBI es miembro fundador de la mítica banda argentina Tan Biónica. En 2017, y tras la separación de la banda, comenzó su carrera solista con el lanzamiento de “El Encuentro”, su primer álbum de estudio, en el que colaboró Mon Laferte en la canción “Lo Nuestro” y recibió nominaciones a los premios Latin Grammys y Carlos Gardel. En 2020 llegó “Desarmar” su segundo disco, dónde participaron artistas como Debi Nova y Natalie Perez, pero que debido a lo acontecido mundialmente ese año, se vio imposibilitado de presentarlo públicamente y darle la difusión que merecía. Ahora llega con «República de la Nostalgia» a reivindicar el silencio de dos años y la esperada reunión con el ‘piberío‘.

En exclusiva conversamos con Bambi para AQM:

Cómo para romper el hielo, arrancamos tranqui… Hoy: ¿Quién es Bambi y qué tiene para decir?

(Risas) Buena pregunta para empezar… no lo había pensado… En mi álbum anterior escribí una canción justamente que lleva mi nombre y que trata acerca de eso. Creo que ahora entiendo mejor quién soy, el motor de búsqueda es lo que me mantiene vivo. Saber que cada vez que llego a una puerta, abro, y del otro lado hay un camino para recorrer hacia otra puerta es algo que me ha mantenido siempre en contacto con un montón de sensaciones que me hacen bien.  Porque me parece que en algún punto cuando uno ya sabe quién es y de dónde viene y qué es lo que busca… ¿Cuáles son las razones después? ¿Cuál es el motor de la vida y de la música en particular?. A mí lo que me interesa es buscar, porque me parece que ese es un camino que siempre te lleva a la reflexión y a la investigación. Hay gente que le seduce más la certeza porque de alguna manera te pone en un lugar del saber, y que te reconozcan un saber a mucha gente le genera seguridad… Prefiero ser de los que no saben y que siempre estoy buscando, siempre estoy pensando, siempre estoy escuchando…

La curiosidad constante…

Artísticamente me pasa eso… Ahora voy a sacar un tercer álbum, he grabado cuatro o cinco en el camino con Tan Biónica y te digo que aún habiendo hecho ocho o nueve álbumes… todavía estoy buscando, todavía estoy tratando de entender, quién soy, cómo digo, cómo tengo que sonar, cómo quiero sonar, qué cosas me gustan. Creo que, lo que sí tiene este momento, y este disco que está por salir, es que combina un poco muchas cosas que tienen que ver conmigo, por ejemplo, colaborar con artistas con más trayectoria, más consagrados y con otros muy  jóvenes y muy nuevos. Creo que eso tiene que ver conmigo , pertenezco a ambos universos.

¿Te costó el pasaje de la banda al proyecto solista? Una banda es como una familia, y lanzarse a construir un proyecto solo implica empezar de nuevo… con la banda compartís las grabaciones, giras, momentos, los camarines…

Lo más simple es compartir un camarín (risas). No me costó porque no lo había planeado, no lo había pensado y siempre a mí me hizo bien trabajar en grupo. Entonces yo sigo teniendo el mismo espíritu. Ahora este proyecto se llama Bambi porque fue la mejor forma que encontramos de mostrar las canciones, donde la gente ya me conoce desde Tan Biónica, pero yo trabajo con gente, tengo un equipo tanto musical, artístico, de producción, por lo que siempre estoy dejándome interpelar por lo que piensan otras personas, compartiendo las ideas, dejando que ingresen ideas, porque me acostumbré a trabajar así. El formato de banda te permite eso, sobre todo en una banda donde hay roces familiares (que eso es más picante todavía), porque por ahí con un músico que te encontraste en el diario para tocar, ni siquiera tenés que ser amigo, y hay que ver hasta dónde vas, pero con un hermano vas a fondo… Sabés que la relación es sanguínea y que es (no hay nada que sea incondicional) pero de alguna manera nosotros en Tan Biónica teníamos esta relación de hermanos, y la trasladamos a toda la banda porque con los chicos hemos ido a la escuela juntos, entonces había algo muy fraterno dentro de la banda….y como yo no había pensado hacer una carrera solista o ser cantante, para mi fue como ir descubriendo de qué manera y cuál era mi camino para seguir en la música cuando un proyecto se pone en pausa…

¿Nunca te planteaste por ejemplo producir o componer para otros en lugar de hacer carrera solista?   

En aquel momento lo que me pasó, lo que me movilizó a tener un proyecto propio fue que tenía muchas canciones y por primera vez no tenía dónde ponerlas. En Tan Biónica era: vamos a armar un álbum nuevo bueno, me ponía a componer para un disco… de pronto empecé a tener canciones y digo. ‘Bueno… ¿Quién va a cantar todo esto?, yo ya no tengo más esta estructura de grupo, me hago cargo, ¡las tengo que cantar!’. Como que en cierta forma desbloqueé una habilidad nueva, como aquel tipo que se queda sin laburo y dice. ‘Bueno ¿Qué se hacer? se cocinar… me pongo un emprendimiento gastronómico’. Yo dije OK, sé cantar, siempre canté, o estoy aprendiendo a encarnar ese rol (porque el canto es una cosa muy seria), pero a mí siempre me gustaron mucho más los cantantes que transmiten, que los cantantes virtuosos… entonces desde ese punto de vista me sentía como a salvo. Pensé que era por acá, se abrió este caminito, no va a ser sencillo, vuelvo a un montón de espacios que habité hace un tiempo atrás, porque la marca que habíamos construido con Tan Biónica era muy grande y este es un camino nuevo, entonces hay que instalar una marca nueva… Hoy que pasaron casi seis años de esa experiencia, lo puedo contar así como livianamente y todo, pero fue un proceso angustioso, que tomó su tiempo y que ahora ya transcurrido un camino y pasando un montón de cosas, digo: ¡enhorabuena que se armó esto!, porque tengo tres álbumes y hay un montón de gente que los celebra y tal vez no hubiera existido si el grupo seguía tocando.

De hecho el sonido de «El Encuentro» está muy ligado a Tan Biónica, y ya en tus últimos trabajos aparece Bambi, más intimista

Fue un camino… Yo entendía que había una familiaridad porque de alguna manera desde la producción yo hice el diseño sonoro de Tan Biónica y tenía mucho que ver con mi impronta la música. Entonces era lógico que mis discos suenen un poco a Tan Biónica, pero bueno, los grupos tienen como el ADN de muchas personas, entonces después se empiezan a ver los matices más individuales y yo trato en cada disco de jugar con el desafío de hacer una música que a mí mismo me represente, ir hacia otro lugar… Entonces empiezan a aparecer cosas que tienen más que ver con otra identidad y a la vez cada vez que me meto en un proyecto nuevo nunca sé qué voy a hacer.

¿Cómo compones?

Después de haber compuesto más de cien canciones… aún no sé de qué manera se hace…

¿Tenés algún momento del día donde decís: “Hoy me siento a escribir”?

No, jamás. Tengo un estudio y vengo a habitarlo pero no necesariamente hago una tarea determinada, sino que por ahí me asalta una idea y me quedo pensando y la trabajo, pero la trabajo muy en mi cabeza. Yo siempre compongo en movimiento, compongo viajando, compongo caminando, me gusta andar, ando por la noche, me gusta andar por los lugares donde viajo, por las calles… Alguna vez lo entendí pensando en que por ejemplo: ¿Viste que en inglés emotion o motion es movimiento?… y me di cuenta que el contacto con las emociones muchas veces viene dado por el movimiento. Yo necesito estar en movimiento, para mi por ejemplo la pandemia fue de las experiencias menos inspiradoras que me ha tocado vivir…

Claro, vos declaraste haber estado en silencio durante la pandemia…

Estar quieto, no transcurrir ni vivir cosas, hizo que me fuera metiendo para adentro, y de hecho como acababa de lanzar un segundo disco y tenía el vacío de eso que nos pasa de soltar algo y preguntarse ¿Y ahora qué?… Y realmente me empecé a meter para adentro. Viví como una situación medio vulnerable y hasta que no tuve una especie de epifanía, soñé con un lugar y empecé a trabajar con este concepto de la “Republica de la nostalgia«, realmente pensé que tal vez no me dedicaría más a la música. Estaba un poco desnudo (como todo el planeta), adentro de mi casa penando ¿Qué es lo que sigue?… Me pareció como un momento interesante, cómo de alguna manera, un virus que no sabemos físicamente ni cómo es nos ‘hackeó’ a todos y nos hizo replantear un montón de cosas. Pero a nivel artístico no fue nada inspirador. Para mí, estar en mi casa clasificando ropa que ya no uso no tenía ninguna onda (risas). Entonces me escapaba un poco a caminar por el edificio, iba como buscando mis espacios para salir un poco de esa realidad, y ahí empezaron a surgir algunas de las composiciones que después formaron parte del disco. Pero yo siento que nunca sé como voy a componer la próxima canción y de qué va hablar.

Y en ese movimiento del que hablás… ¿Hay algo que llega primero?: una melodía, una letra una frase…

Nunca es igual. En general empiezo a soñar algún arreglo musical, muchas de las cosas que después tal vez terminaron en lugares como de mucha popularidad o de cosas que resonaron un montón, por ejemplo una canción como “Ciudad Mágica” (que ha tenido un recorrido muy grande y sigue sonando como si fuera nueva) la primera idea musical la tuve en un pueblito de Córdoba. Salíamos de gira a las tres de la mañana y empecé a soñar con ese universo y con ese sintetizador y estuve dos días despierto hasta que la terminé, porque no podía dejar de hacerlo…Pero jamás sabía que iba a pasar eso, hasta que Chano me mostró ese estribillo y yo dije: ‘OK, acá hay algo’…
A veces sueño una melodía, a veces pienso una palabra o una sensación… por ejemplo hay una canción de mi disco anterior que se llama “Vuelve a casa” y yo estuve durante un año pensando, extrañando mucho a una persona… y escribí una frase que decía “Todos los domingos de este año te extraño”, la twitteaba todos los domingos… hace como tres años que la twitteo todos los domingos. Y eso me reveló todo el concepto de una canción. Entonces, nunca sé cómo voy a llegar, ni qué forma va a tener. Eso de alguna manera me parece emocionante…porque si vos ya sabés como va a ser tu laburo todos los días, corrés el riesgo de que se vuelva una rutina sofocante.

¿Y los arreglos también? Tanto tu trabajo solista cómo con Tan Biónica, aparecen unos arreglos tan cuidados de cuerdas, de vientos, que entraban en el momento justo a beneficio de la canción, además de que es muy ‘Beatle’, hay un gran laburo detrás…

Hay una inspiración grande ahí que los Beatles nos han dejado… Pero más de una vez (nosotros tuvimos la suerte de grabar con orquesta) me desperté en el medio de la noche soñando un arreglo de cuerdas, de muchas de las canciones que después se transformaron en un clásico. Canciones que mucha gente escuchó… y si, me asaltaban esas ideas. En el caso de Tan Biónica yo hablaba a través de la música. Si bien hay varias letras que escribimos juntos con Chano, mi aporte tenía que ver con lo musical, entonces me expresaba en ese lugar. Yo sabía que ahí tenía una posibilidad, por eso hay canciones que tienen esa sonoridad que la gente recuerda. Pero la música es una experiencia tan variada que uno puede comunicar a través de un montón de cosas, desde la letra, desde un arreglo o desde la forma en la que te vestís, o en un vídeo, entonces siempre me resultó muy enriquecedor porque hay mucho para abrir, para explorar.

¿Sentiste alguna vez (con Tan Biónica) esa línea divisoria entre el pop y el rock?

Vivimos una época medio estúpida donde las corrientes musicales parecía como que tenían un enfrentamiento. Eso nunca lo entendí mucho, porque a mí desde muy chico me gustaban los Sex Pistols o el punk-rock de Los Ramones, y Roxette…que no tenían nada que ver, o Depeche Mode que eran dos universos sonoros completamente diferentes. Y acá había como una cultura medio rara… de que si ‘curtías’ un estilo de música no eras bienvenido. A eso no le di mucha ‘bolilla’ y tampoco nunca me importó, porque la cultura del rock (más allá de que hay gente que lo vive como un estilo de vida) a mi no me dio mucho… Con Tan Biónica tocamos en Cemento, y a mi no me emocionaba eso, me parecía que tenía olor a pis Cemento, me parecía que no estaba bueno que un lugar tenga olor a pis, eso no es la historia, la historia son las canciones, las personas que habitaron ese espacio pero que un lugar esté todo feo no está bueno, eso no es rock… a mi me parece mucho más rock un chabón que se levanta a las 4 de la mañana para ir a laburar… Sacando esa situación creo que el mundo está mucho mejor a nivel concepto de que la música ya es algo más universal…

Y que se puede fusionar cualquier género con otro y está todo bien…

Exacto, está todo re bien con eso ahora. De hecho yo creo que hago una música pop-rock… igual ahora, y con el correr de los años me transformé en un artista alternativo, ni siquiera hago la música que más suena. La música que hoy más suena es la música urbana, latina. Pero a mi me pasó eso muchas veces, porque también en la experiencia con Tan Biónica nosotros traíamos un sonido que no era lo que estaba sonando en ese momento y que inspiró a un montón de gente que vino atrás, y creo que abrimos algunas puertas y caminos para mucha música que vino después de nosotros, por animarnos tal vez a subir la apuesta o a pensar que se podían combinar estéticas que parecía que no tenían nada que ver: como una música electrónica con rock que para nosotros era natural que la melodía que haría un solo de guitarra lo hiciera un sintetizador. Eso se ha ido derribando bastante por suerte.

¿Escuchás música nueva? ¿»Renegás» con el Trap?

Yo escucho música nueva, resueno bien con eso siempre, en todo hay cosas que me interesan más y que me interesan menos, como me pasó siempre… de hecho también de la música anterior, no es que toda la historia del rock me gusta… Me gusta Fito, algunas cosas de Cerati, algunas músicas de Spinetta… pero no es que sí o sí apoyo cualquier tipo de cultura. Y de la música nueva y de la música urbana hay artistas que me parecen notables y que me llaman la atención, que me gustan. En todas las corrientes siempre hay una escena donde te vas dando cuenta con quién conectás mejor… le doy la bienvenida a cualquier expresión que sea genuina, me doy cuenta al toque si estoy viendo un artista que está en esto porque quiere ser reconocido cuando va a comer a la esquina o si realmente tiene algo para decir y para contarnos, eso en la música se nota rápidamente. A mi siempre me intereso más esa música y artistas que me dejan algo, que me acompañan o que me hacen pensar y eso puede pasar con un reggaetón o con música clásica.

Vos hacés colaboraciones con un montón de artistas… ¿Cómo es el proceso de elegir con quién podrías compartir una canción a dúo?  

Es una decisión meramente artística. Tengo muchas colaboraciones en este disco y en los anteriores. Se me dio bien porque en la experiencia de Tan Biónica no lo habíamos hecho tanto, eran otros tiempos también… pero siempre busco (cuando estoy pensando en una canción y en casi todos mis discos) cúal es la mejor forma de presentar esa canción. En el caso de “Canción de los ruegos” era muy especial, ya que es la que habla un poco del proceso que yo pasé para empezar a hacer este álbum, entonces estoy muy triste y estoy suplicando salir de ese estado… y cuando la tuve ahí entendí que la voz de Rodolfo (por Fito Páez) podía ser ese algo que viniera a completar esta historia y calar en un lugar muy profundo. Lo que yo buscaba era ese efecto… Él fue obviamente muy generoso en grabar conmigo, no tenemos una relación de tiempo, y justo es un año tan especial con los 30 años de “El amor después del amor”, y darse el tiempo de grabar… También me parecía que la canción a nivel sonoridad no tiene mucho que ver con lo que Fito viene haciendo en sus últimos discos, también lo pone a él en una exigencia, en un lugar diferente…

Pero el resultado final es todo lo contrario, nos dejó pensando que no podrías haber elegido mejor, porque parecía hecha para los dos…

Yo pienso eso… no puedo pensarla de otra manera ahora. Siento que era esa voz, en esa historia. Y me pasó en el disco con varios artistas que se dio esa invitación de ir buscando artísticamente hasta llegar a algo nuevo. Yo ya lo había experimentado, en mi primer disco grabé con Mon Laferte, en el segundo con Natalie Pérez, con Debi Nova, ya había probado ese enriquecimiento de traer a alguien a una canción y darle una voz, darle un lugar, y muchas veces dialogar entre sí, muchas veces cantar juntos… Bueno, grabé una canción con mi hermano este año, y hacía como cinco o seis años que no lo hacíamos juntos, y meternos en un estudio, esa experiencia fue muy emocionante. A veces hacés eso y no sabés que efecto va a tener… Para mí la música es eso que nunca sé que va a pasar y nunca doy por sentado el efecto, y siempre me hace feliz, me motiva el hecho de conectar con alguien. Yo cada vez estoy más conectado con la obra y no conmigo, da igual si saben quién soy, lo importante es el mensaje. Eso me hace pensar que la música me dio y me sigue dando muchas oportunidades, y me siento muy agradecido por ejemplo de haber podido grabar con Fito o con gente que admiro muchísimo como Kevin Johansen o Alba Reche (que es una cantante española muy joven que canta de una manera alucinante), son regalos que la música me permite y que trato de transitarlos y habitarlos como tiene que ser, poniendo todo de mi y viviendo esa experiencia como única.

Canción de los ruegos junto a Fito Páez

Y de “República…” ¿Vas a seguir sacando singles hasta el lanzamiento del disco completo?    

No muchos más, porque es un álbum que tiene 12 canciones, es un montón de material y por eso mostramos estas cuatro y van a salir algunas más (creo que dos o tres más antes de que salga el disco). Pero el disco va a salir antes de la presentación en Buenos Aires en noviembre, yo creo que va a salir entre septiembre y octubre, no tengo en claro cuál es la fecha, pero depende un poco de eso que estamos construyendo, esta película que filmamos y que cuenta la historia de mi viaje hacia ese lugar, y queremos que quede muy linda y que quede algo para la posteridad… Más allá de que estamos viviendo un momento del mundo donde los algoritmos y las propuestas artísticas nos piden información todo el tiempo, y yo estoy un poco en contra de eso, no en contra del formato de cómo se presenta la música, está todo bien, pero estoy en contra de querer correr…

De tener que hacer y producir continuamente, todo el tiempo…

¡Claro! Me parece que la música es una experiencia dónde cada uno tiene que tomarse el tiempo de digerirla como puede, como le sale…Y hay gente que termina escuchando tu álbum un año después que salió, o tu canción dos meses después de que salió y piensan: ‘Uy que buena canción’… y por ahí no aparece en el radar de novedades. Este álbum tiene mucho contenido, con muchas canciones, que merece ser presentado como corresponde… entonces no me lo quiero sacar de encima y ya…

Y para el show de Vórterix: ¿Qué nos vamos a encontrar? y ¿Qué nos podés adelantar?

Es un show muy especial, que lo estoy trabajando con mucho cariño porque también significa para mi hacer un show grande, en un lugar que si bien yo toque hace unos años con Tan Biónica allí, es volver a pisar ese escenario de otra forma… es tocar en tu ciudad. Esto me produce cierta emoción, pero vamos a tratar de representar las canciones del disco lo mejor posible, con la mayor cantidad de invitados que participan en el disco (vamos a intentar, porque cada artista tiene sus agendas también)… Pero sí va a haber un concepto visual y musical muy diferente a todo lo que hice hasta ahora. En primer lugar porque estoy incluyendo mucha parte del repertorio de Tan Biónica que no lo venía haciendo y para mí es una novedad, volver a encontrarme con canciones que son tan importantes y que veo que funcionan muy bien con las canciones que estoy tocando ahora. Y en segundo lugar porque tengo una banda completamente nueva, toda habitada por mujeres, que tienen otra sensibilidad, que hacen un aporte musical que está buenísimo, entonces es también como el rodaje de un proyecto nuevo. El ‘parate’ que tuvimos tan grande me permitió empezar a reconstruirme y pensarme de otra manera. Es un show que va a estar cargado de muchísima emoción, y también hay expectativa del otro lado, no solo la de uno… Siento que va a ser especial…

PRÓXIMAS FECHAS DEL TOUR:
12 de agosto – Rosario – C. C. Güemes
13 de agosto – Córdoba – Espacio Quality
20 de agosto – Montevideo – Magnolio sala
27 de agosto – Neuquén – Mood Live
10 de Septiembre – Mar del Plata – Soundroom
19 de noviembre – Buenos Aires – Vorterix

Invitame un café en cafecito.app