Cerati y el Hip-hop, una mezcla stereo

Bocanada es un disco mágico. Desde el primer compás que se repite en un loop selvático y tribal en “Tabú”, hasta un “río babel” que se manifiesta en cuerdas que se acercan y se van como un “efecto doppler” que te lleva por su cauce. Así, se introduce un disco que presenta la sonoridad de un género derivado del Hip-hop, que trastornó profundamente las arcas de la música rock mas grunge de principios de los años 90’: Trip-Hop.

El Hip-hop, es un movimiento cultural cuyo dia de conmemoración también data en el día de la fecha, género que nace del under afroamericano de los barrios al sur de la ciudad de New York, centrándose en el Bronx y Harlem. Si bien su historia es extremadamente extensa (no por ello menos interesante), hemos de resaltar que la misma encuentra un punto de unión con los movimientos del rock experimental y electrónico que sufrió el rock en los años 90’. Distintos a lo que había pasado con los Beatles y Pink Floyd, en este caso el rock se empezó a anclar en una experimentación basada en la electrónica y los sonidos sintetizados, las guitarras quedaron en segundo plano o fueron complementarias a una base de “pared de sonido”, que las explotaba de efectos. Se buscaba romper y exprimir el sonido al máximo. Así, surgiría la nueva ola del Art-rock, de la música IDM y el trip-hop. Bandas como Radiohead, Portishead, Massive Attack y Slowdive, evolucionaban o surgían de mezclarse con Aphex Twin, DJshadow entre otros productores de la escena electrónica. Esto no tardaría en llegar a nuestro país, siendo popularizado por el “rey del rock latino” en sus múltiples discos lanzados a lo largo de los años 90’, siendo Dynamo el primer experimento del Shoegaze, que siguió con la experimentación del Trip-hop en Colores Santos y que concluyó en Bocanada con un disco de samples, baladas dolorosas y música etérea.

Entre los pioneros de este movimiento, Portishead es la banda que se debe poner en la carátula de cualquier libro del género que podría hacerse. Banda formada en Bristol, en 1991, por Beth Gibbons, Geoff Barrow y Adrian Utley. Son denominados, junto a Massive Attack y Tricky, como los creadores del trip-hop. Gracias a su disco debut, ‘Dummy‘, lograron la fama internacional y se ubicaron en la cúpula de la música electrónica. ‘Dummy’ es un disco bruto, agresivo, que rompe las baterías electrónicas al repetir sus patrones de forma desesperada, con la utilización de samples que complementan a un groove casi mágico, pero desgarrador a la vez. Como curiosidad, este ha tomado relevancia nuevamente gracias a la plataforma Tiktok. En esta, la canción que cierra este grandioso disco: ‘Glory Box‘, ha comenzado a ser utilizado en múltiples videos y ediciones de usuarios de la misma.

Volviendo a nuestro país, ‘Bocanada’ reúne en sus quince canciones, un disco que está marcado por colores, tonos mágicos, rítmicas y melodías únicas, que se distancian ampliamente de sus trabajos con Soda Stereo, donde vemos que las guitarras pesadas, bajos análogos y baterías análogas, dominaban en la creatividad de la banda, sobretodo durante la salvaje y brutal era ‘Canción Animal‘. Un tema particularmente esencial en este análisis, debido a sus inspiraciones del trip-hop, es: ‘Perdonar es divino‘. Los sonidos de batería que remontan al west side del hip-hop, con un sample de guitarra que provoca retumbar el cuerpo y un coro sintetizado que de fondo y casi imperceptiblemente le da la divinidad que la letra de la canción le otorga a Cerati. El ya anteriormente mencionado ‘Dummy‘, denota las ambiciones de las cuales el porteño toma inspiración para la creación de este disco. Incluso, se puede ver esto en la estética de la portada y el disco, donde predominan los colores azules contrastados con negros. Las letras de este disco no se quedan atrás, ya que al mejor estilo “spinetteano”, escribe poesías que remontan a temas sobre el desamor, el desencuentro, la pérdida de felicidad dentro de la pareja, la desunión, la separación, entre otras. Son letras realmente crípticas, como en ‘Verbo Carne‘, donde se nos habla de un abandono que provoca a uno mismo aferrarse a un dios, a “Cristo 3D”. Acompañado, claramente, de una batería electrónica y arreglos bellísimos, casi cinematográficos, de cuerdas que fueron grabadas en Abbey Road Studios por la orquesta sinfónica de Londres.

Así, vemos como se van entramando todas las canciones con este género, además de que las mismas se vayan mezclando con múltiples samples que a su vez explican parte de los problemas que tuvo este disco en su publicación final. Siendo creado integralmente gracias a la maquina de sampleo y creación de beats Akai-Mpc3000. Máquina de ritmos, samplera, o un instrumento más, Cerati queda extasiado con la magia de la misma.

Su historia remonta a mediados de los años 90’, cuando fue lanzada esta máquina con el propósito de facilitar a los productores la creación y producción al poseer entre otras cosas, pads programables con funcionalidad en la separación de las distintas partes de los tracks. Esta máquina, aggiornada accidentalmente por el Hip-hop, encontró su hogar en este género, al ser sencilla para la toma de muestras de otras canciones para usarlas en propias.

Diría Javier Zucker sobre los problemas con el uso de samples en bocanada: “Gustavo tuvo muchos problemas con el sample de Focus (“Eruption” de la banda de jazz instrumental Focus, utilizado y cortado para Bocanada). (…) En un principio se lo iban a dar, después no (…) creo que le tuvo que dar todos los derechos del tema al chabón de Focus” (Entrevista con Fede Bareiro para MuyLiebre; 2018) 

De esta forma, celebramos el día del hip-hop y el nacimiento del ícono de la música argentina por excelencia, Gustavo Cerati. Hoy es un día para rompernos la cabeza con su magia, con su amor por la guitarra, al sonido. Un día para gritar sus temas sin remordimientos y un día para dormirnos en masas stereo. Por su amor a la música, por su amor a la evolución y a la creatividad, celebramos su nacimiento desde Aquí Música. Te extrañamos Gus, volvé pronto.