Entre acordes y aplausos, el Suena Tandil recordó a Facundo Málaga, músico, guitarrista y compositor tandilense, miembro fundador de Decavendish. Su música, su pasión y su paso breve pero luminoso siguen resonando en la historia de la ciudad.

Durante el evento, se entregó un diploma en su memoria a su hermana Guadalupe Málaga, quien lo recibió visiblemente emocionada, acompañada por músicos y amigos que compartieron con Facu aquellos años de creación y sueños.

La entrega estuvo a cargo de Gerardo Román, baterista de Decavendish, gesto que conmovió a todos los presentes y que simbolizó el lazo indestructible entre la banda, la familia y el recuerdo de quien fue el alma inicial de ese proyecto.

Facu fue uno de esos músicos que dejan una huella más allá del tiempo. Su forma de tocar, de mirar la música y de vivirla, inspiró a toda una generación de jóvenes tandilenses. Entre ellos, Agustín Palacios (actual guitarrista de Tal Astilla e integrante de Artículo 10 y El Monstruo del Bazar), quien lo vio tocar siendo apenas un pibe. Agustín siempre recuerda que se compró su primera guitarra Johnson por él: “Lo veía tocar y flasheaba”, dice, como quien habla de un primer maestro sin aula pero con luz propia.

Ese espíritu de inspiración, ese fuego que sigue encendido en cada acorde, volvió a hacerse presente anoche en el CCU. Porque los músicos, cuando son de verdad, no se van: se transforman en sonido, en ejemplo, en motivo.

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Por Agustín Palacios (guitarrista de Tal Astilla)

Guerrero de 6 cuerdas:

Sierras te vieron crecer
Tus notas y hermandad conquistaron espíritus salvajes de la ciudad
Siempre eterno guerrero que supo forjar luz y amistad
Ahora lograste inmortalidad, el recuerdo de tus melodías está y estará por siempre en aquellos corazones desvelados por tu ser…
Por siempre guerrero, por siempre
Brilla tu luz querido hermano.

Con la mirada hacia el futuro

Decavendish es una de las bandas clásicas y de mayor trayectoria en la interpretación de sus propias canciones en la escena del rock local y de la música popular de Tandil. Su cancionero está escrito, cantado y tocado con un enorme sentido de pertenencia  del lugar que lo vio nacer, crecer y despegar: la ciudad de Tandil.

La banda se fue gestando desde el seno de un grupo de amigos que giraba en torno a juntadas y guitarreadas en cocinas y quinchos de sus propias casas, allá por 1999.

Debutaron bajo ese nombre el 7 de diciembre de 2002 en un ciclo musical llamado “Los Nuevos” que impulsó Julio Varela desde el área de cultura de la Universidad. Desde entonces la banda se dedicó a plasmar, en cada uno de sus conciertos y actuaciones, un marcado estilo propio, habiendo transitado a lo largo del tiempo históricos e innumerables escenarios, no solo de Tandil sino también del extenso circuito musical de la provincia de Buenos Aires con actuaciones y difusiones de su música en Capital Federal.

Luego de vivir un primer año muy auspicioso y lleno de presentaciones en Tandil y la zona, en diciembre de 2003 se une al grupo Manuel Ruiz para tocar el bajo y Néstor Blazina, su primer cantante, deja la banda para iniciar sus estudios en La Plata. De esta manera pasan de ser lo que hasta entonces (y desde un principio) fue una banda acústica de guitarras y percusiones a un formato eléctrico de cuarteto rock clásico, conformando y produciendo un repertorio en gran parte por canciones propias con Esteban Román como vocalista principal.

Un golpe duro recibe Decavendish y la comunidad artística de Tandil el sábado 10 de diciembre de 2005, día en que la banda festejaría sus 3 años de carrera, con la pérdida física de Facundo Málaga.

Facu era un guitarrista de un talento superlativo, líder de grupo, compositor y miembro fundador de la banda. Él dejaría una huella imborrable en todos aquellos que lo conocieron y compartieron su vida y en la banda sembraría todo un legado artístico y de estilo musical.

Decavendish retomaría el camino de la música al año siguiente con la unión al grupo de un guitarrista con un toque muy personal y que le daría con los años al grupo su propia impronta: Jerónimo Coll.

En diciembre de 2006, en el Teatro del Fuerte, presentaron la nueva formación con Jero Coll y tocaron las canciones y los discos que Facundo llegó a dejar grabados antes de su partida: hablamos de “Algo para ser feliz”.

Algo para ser feliz” en sus volúmenes 1 y 2 incluye 14 canciones compuestas por Esteban Román y 3 por Facundo Málaga (“De un triste amor”, “Verdad oculta” y “Volver a nacer”) en todas brillan las guitarras y arreglos de Facu.

No era solo un disco. Era un motor e inspiración para todos. Eso, sin dudas, resultó ser la gran motivación para que los chicos continuaran en ruta y rendir así el mejor de los homenajes a su amigo: hacer su música hasta el día de hoy.

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