Rudie Martínez es tecladista y se enamoró de los sonidos de los sintetizadores desde temprana edad. A los 5 años gracias a la influencia de su familia ya escuchaba músicos como David Bowie o Led Zepellin: “Desde la primera vez que escuché Alan Parson (y tenía 8 años), sabía que eso iba a ser mi música, mi sonido, y después otro disco fundamental fue Upstairs at Eric’s de Yazoo”. Formó parte de bandas como San Martín Vampires o Los Brujos, además de liderar junto a Ariel ‘Toto’ Nievas: Adicta.
Adicta nació en La Plata (con la crisis del 2001 pisándonos los talones), en el momento justo donde lo electro se abría un espacio en la escena porteña. La banda fue y volvió, atravesó descansos obligados y renació en lo que su fundador (Rudie) define como un “colectivo” más que una banda.
Siempre mantuvo su impronta independiente y underground “Nunca nadie nos fichó, nos dio un peso, (dice Rudie) nos autofinanciamos, siempre fuimos independientes”. A pesar de su intensa autogestión la salida de “Shh” (2000), su primer disco, llegó al mainstream cuando la revista Rolling Stone lo destaca como disco del año, y años después el videoclip de “Tu mal” irrumpía varias veces al día en los viejos televisores que sintonizaban MTV.
Escribía el periodista Gustavo Bove en una nota de 2001: “Difícil es la tarea de encontrar en Argentina una banda que tenga buenas y simples canciones, glamour y carisma; en síntesis que lleve con hidalguía las vestimentas del pop y respete su esencia (…)”. Por ahí sigue el camino de Adicta más de 20 años después, con 10 discos de estudio y uno más en proceso: “Coma” (que se espera verá la luz antes de fin de año), siempre a la vanguardia: “Busco nuevos sonidos constantemente, no quiero sonar como en el 2005, trato de que todo sea actual, incluso en las versiones nuevas de los temas viejos, si lo ves en vivo te das cuenta que es un sonido totalmente aggiornado y actualizado, las versiones ya no son ni siquiera parecidas” afirma Rudie.
La banda sufrió una separación en 2012, y en Junio de 2015 en un gran show brindado en Niceto homenajearon a Toto (Adrián Nievas, quien fuera el frontman de la banda, fallecido ese mismo año), por lo que tomar la decisión de volver no fue inmediato: “Fue un impulso que me dio la gente, paseando por el barrio o trabajando de DJ me decían ‘rearmá Adicta dale’, ‘que alguien cante’, ‘hagan lo que hicieron en el tributo a Toto, que cante mucha gente’ (…). Yo me dije, si encuentro a alguien que me inspire o que a la persona también le inspire cantar (porque tiene que haber una conexión), lo hacemos. Y eso pasó en 2018, dónde pudimos hacer solo tres shows con Lolo Gasparini como vocalista. Hasta que después empezaron a salir ideas nuevas, canciones nuevas, sumado a los clásicos, y ahí apareció Haien (en referencia a la cantante Haien Q que abandonó la banda a finales de marzo de este año para dedicarse a su carrera solista) y ahora su lugar lo tomó Maia Tarcic (…). Lo que nos planteamos fue: nosotros somos el organismo y somos como un colectivo, viene a cantar el que tiene ganas, dentro de un parámetro Adicta (…), y la verdad que la energía que tiene la gente para con la banda es tan genial que por qué desperdiciarla”.
Un show de Adicta hoy es una mezcla de sensaciones y de generaciones: “Somos como Kiss (risas), hay niños y hay ancianos. Hay chicos que te dicen: ‘yo tenía quince años cuando ustedes me arrancaban la cabeza’, y ahora tienen un hijo que lo llevan a los shows. Hay chicos que van por su cuenta, hay una nueva especie de chicos ‘Darkies’ que está descubriendo la banda. Porque nosotros somos medio tribu… con esta estética entre glam y oscura, y creo que siempre hay un revisionismo sobre esa cultura”.
En retrospectiva: la grieta Rock vs. Pop
“Nuestro futuro depende de cómo entendamos el pasado” decía Gustavo Cerati, pero Rudie no es una persona que vive pegada al pasado con nostalgia, vive el presente al máximo por y para la música: “Me da igual si me escuchan 10 o 5 mil, a mí lo único que me importa es la música, la música esta tan buena que es lo mejor que te puede pasar”.
Entre las décadas de los 90 y los 2000, las identidades juveniles se dividían entre el Rock Chabón y el Pop, pero para Martínez nunca existió esa grieta: “Yo tenía la cabeza en el Techno que se hacía en Detroit, en Londres, en Berlín, era lo único que yo escuchaba. No tenía idea de las bandas que existían”.
La música en vivo contaba con lugares y espacios que marcaron la historia del Techno y el Electropop en Buenos Aires, y que eran la cuna de un movimiento cultural en crecimiento, que se desplomó el 30 de diciembre de 2004 por el fatídico recital de la banda Callejeros en Cromañón. “Los lugares como ‘La Cigale’ (cuenta Rudie) eran lo máximo, porque podías ver a todo el mundo ahí y Cromañón (o una banda de Rock Chabón) mató todo, mató el underground (…) Unos inescrupulosos. Mataron además de gente, la subcultura de Buenos Aires. Eran lugares donde crecía el arte, donde alguien con una idea nueva podía expresarse. Pero después de Cromañón esos lugares se fundieron y nunca más hubo underground, y no hubo un recambio generacional de música nueva. En esos shows te juntabas con Gustavo Cerati mano a mano, y él te hablaba de igual a igual, porque él era el más vanguardista de todos y entendía todo. Así que eso desapareció (…). Ahora afortunadamente está volviendo”.
Rescata con felicidad el artista, que toda la movida actual cuenta con propuestas de excelencia, donde ésta generación “Sub 20” aprendió a expresarse y sobre todo a hacer buena música “Ahora cantan bien, tocan bien y hay una banda mejor que la otra, es increíble lo que está pasando. Y aunque tengo poco tiempo disfruto de escuchar música nueva cuando puedo”.
Proyectando…
Adicta estará presentándose el próximo 28 de mayo en La Tangente (Honduras 5317, Buenos Aires) y el 3 de Junio en Pura Vida Bar en La Plata (Diagonal 78 Entre 8 Y 61). Luego tendrán una pausa de unos meses para avanzar con la grabación de “Coma”, del cual planean hacer una presentación en la última etapa del año.
