Este trío nació en 2014, en Magnitogorsk (Rusia). Esta ciudad es conocida por ser no solo una ciudad específicamente industrial sino, que fue construida con ese fin específico, y se basa en la industria del acero (de la que es referente internacional), está ubicada al suroeste del óblast (región) de Cheliábinsk y a la orilla del río Ural. ¿Por qué es importante la ubicación?, porque es una localidad relativamente chica (de 400 mil habitantes según censo de 2010), y generalmente el electro pop, el synthpop es algo que se acostumbra a escuchar (y a tocar) un poco más en las grandes ciudades.

HoneyFrequency es una excepción a la regla, ya que en esa región casi nadie produce este estilo de música (ciudad dominada por el rock clásico, metal o rap). Ellos surgen a partir de su amor por el new wave, el post-punk y en sus primeros trabajos también fusionaban con showgaze.

Sus integrantes son amigos desde la juventud, y comparten el amor, ya que dos de los tres integrantes son matrimonio: «Nos conocemos desde hace más de 12 años. Además de la música, todavía tenemos que trabajar en nuestros empleos fuera de la música, somos un ingeniero, un especialista en datos y una niñera» afirman

El título de su álbum «Private global«, casi antropológico, está relacionado con aquellos sentimientos y detalles privados de la vida que en realidad se comparten y se entrelazan como algo global, como los universales de la cultura.

Quién haya escuchado música rusa antes (sobre todo rock y pop) va a poder notar que esta banda trae en su fuente esa particularidad que la hace tan especial, ese sonido tan característico de clásicos de Kino, Bi-2 o Nautilus Pompilius.

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