El pasado 17 de diciembre Gustavo Cordera presentó LIBRES en «La Trastienda» un resumen de su carrera artística en dos horas de show. Con un arranque puntual pasadas las 21, no faltaron emociones, un público coreando a los gritos, saltos descontrolados y declaraciones fuertes: esta sería junto con la presentación del 18, los últimos shows en Argentina. Como defensor de la libertad, Cordera no acepta las nuevas normativas que se están imponiendo, ni sería capaz de permitir que su público se vea coaccionado también.

A pesar de esas declaraciones poco felices para los seguidores del «pelado», la presentación fue una completa fiesta, acompañada de una noche de verano inolvidable donde no faltaron personajes mediáticos como la presencia de tres mujeres especiales para el músico que ocupaban el palco: la Dra. Matelda Lisdero, y las periodistas Verónica Ressia y Viviana Canosa: «Las amo» declaró sobre el escenario. Las periodistas dos de las pocas que difunden su música después de la cancelación que sufrió el artista en 2016, cancelación por la cual vio mermada su carrera y se mantuvo un tiempo alejado del país y de los medios.

La banda completa era un mestizaje de Bersuit (con la presencia de Osky Righi en Guitarra y Alberto Verenzuela), La Caravana Mágica y Libres: con Nahuel Ben (Guitarra), Pepe Oreggioni (Bajo), Emiliano Perez Saavedra, Bruno Repetto y Cristian Borneo (Batería), Anguz (Teclados) y en los coros Stella Cespedes (una cantante experta en el Método Rabine, su mujer desde hace 32 años).

Desde abajo se ven miradas cómplices, la sonrisa gigante de Stella que reflejaba no solo el disfrute de compartir el escenario con su compañero, sino también el amor puro e incondicional entre ambos. Sube una fan invitada a moverse al compás de «La bomba loca«, alucinada con su ídolo, con la música, con el contacto cercano, antes de bajar, la mira a Céspedes y le hace una reverencia en forma de respeto absoluto. Mujeres que comprendieron todo.

Un hit sonando detrás del otro, clásicos de Bersuit, La Caravana Mágica y canciones traídas de sus discos solistas (Entre las cuerdas y Tecnoanimal) , sobre todo de su último trabajo en formato EP «Cuerpo (Libres parte I)» . Este EP con un hilo conductor: el baile. Cuatro canciones con sonidos de cumbia, por momentos rioplatenses: el baile de la libertad, del error, de los bichos y del esclavo.

El sonido, la banda y la voz cantante, de un profesionalismo pocas veces visto, no solo por la prolijidad en general y la acústica del lugar, sino porque además te transportaba por momentos al sillón de tu casa escuchando un disco, te sentías como en casa, pero rodeado y conectado con almas libres y felices siendo fiesta y vida.

La presentación estuvo centrada en la danza y el disfrute abierto de los cuerpos allí presentes, como así también de baladas más emotivas cómo: Mi caramelo, Un pacto, Soy mi soberano; y una canción especial lanzada en 2020, en clave de rap poético, un relato de 4 minutos donde resume un año fatídico: «Veo un escenario que es solo una pantalla, con un pésimo actor que hablando siempre calla, se ve una distorsión entre el alma y su cabeza, es mucho lo que dice, pero no lo expresa.»

La noche cerró junto a un Cordera a viva voz afirmando: «Es nuestro el libre albedrío desde el día en que nacimos, que nadie les haga creer que son dueños de nuestra libertad» y un público pidiendo otra, pero esta vez no la iba a interpretar él, sino nosotros, todos: «Sr. Cobranza«, mientras se encendían las luces y se cerraba el telón, esta vez el regalo no era para los presentes sino para el mismo protagonista, a capella cantando todos de principio a fin porque «como aún no soy consciente necesito de la gente» y nos fuimos como llegamos, libres, más libres que nunca…

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