Este 18 de septiembre se conmemora, en honor al nacimiento de Dee-Dee Ramone, el día del bajista. Con motivo de festejo, desde AqM nos planteamos 5 líneas de bajo, que son brillantes por su groove, solidez y musicalidad.

Los 60′: «Come Together«, The Beatles. 1968. Bajista: Paul McCartney.

No quisiera desprestigiar desde mis palabras a las multiples bandas de la generación beat que posterior a la popularidad del cuarteto de Liverpool ganaron relevancia, pero considero que en esta decada solo una banda reina el podio. McCartney, Lennon, Harrison y Starr; dominaron el mundo y lo modificaron profundamente desde las letras y desde la innovación técnica, musical e ideológica que sus creaciones traían aparejadas.

El cuarteto de Liverpool por tomar las fotos para Abbey Road”; 1968

McCartney, quien es el bajista más falso de la historia del rock (no me malinterpreten, lo digo porque en esta banda el bajo era un puesto cambiante, dependiente de la cantidad de instrumentos presentes y de la disponibilidad de ellos), compuso efectivamente esta icónica línea de bajo. El riff (frase que se repite a lo largo de la canción), se compenetra con la batería, brinda un groove y un feel perfecto con ese redoble que resuena en los oídos de todos, y la voz de Lennon que en susurros dice “Shoot Me”. McCartney se lleva a la cuerda a sus agudos para darle movimiento y flexibilidad a la introducción del tema, que quedaría en la historia como  una de las grandes canciones del último disco de lo que es, sin dudas, el cuarteto de música más influyente del siglo XX. 

Los 70s: “I wish”, Stevie Wonder. 1976. Bajista: Nathan Watts

La brillantez de una linea juguetona que se repite a lo largo de los cuatro minutos que dura la canción. Con una sinergia fantástica entre sus instrumentos, en colaboración especial del Claverotor tocado por el mismo Wonder, todos los instrumentos colaboran a enaltecer esta linea de bajo que devuelve groove y ganas de moverte y sentir la música. El jugueteo entre los staccatos, pizzicatos y glissandos, saltando tonos de arriba a abajo y viceversa; le otorgan movimiento a la canción que es brillantemente sentida y bailarina de principio a fin. Casi curiosamente, la letra relata la infancia de Wonder, en tanto él desea que esos tiempos vuelvan. La línea de bajo se apropia de eso, ya que al ser un riff que camina, que busca el sentimiento y movimiento del tema, renazca de las cenizas del antiguo Rock ‘n’ Roll y blues, cuyas lineas de bajo se movían a lo largo del espectro tonal para demostrar movimiento y baile. 

Los 80s: “Billie Jean”, Michael Jackson. 1982. Bajista: Louis Johnson

¿Qué decir de la que es la línea de bajo mas reconocible y bailada de la historia? Probablemente aunque su introducción ya es innecesaria a fines de nuestros lectores, su análisis es igual de complejo. Convengamos, que es una línea de bajo fuera de tiempo. Hermanada con el puesto anterior en cierto sentido, ya sea por el género o las personas involucradas (Jackson y Wonder siempre fueron cercanos), es un riff de bajo perfecto.

“Equipo de grabación de Thriller”; 1981/1982

Desenvuelto en sentimientos de las noches de la discoteca (donde sucede la historia de la canción en su mayoría), nos propone un groove que te hace caminar al ritmo, que te hace querer bailar el “moonwalk” y que, nos lleva a tararear los tonos de la misma.

Los 90: “Exit Music (For a Film)” Radiohead. Bajista: Colin Greenwood

Siendo la única de este top que no es una introducción, es un tema demasiado bello en su linea de bajo para dejarla fuera. El bajo aparece a la mitad de la canción, como la tensión naciente antes del clímax dramático que la canción resuelve con gritos de Thom Yorke y toda la banda comprometida a destruir el mundo llorando por las intenciones del amor imposible que la historia de Romeo y Julieta (La película a la que iba dirigida esta canción, aunque luego no fue incluida en el corte final) poseen. Lo caracteriza una distorsión pesada, que difumina el aire que se envuelve en el misterio de la supuesta muerte de la tragedia “Shakespireana”, donde aporta la tension a resolver con la fuerza coral de las cuerdas y voces sintetizadas, junto a la batería rota que acompaña al tono melancólico y gritón del tema. La canción tuvo su revancha e cinematográfica, aunque esta vez en la pantalla chica, apareciendo en el capitulo ”Shut Up and Dance” de Black Mirror.

Los 2000’: “Hysteria”, Muse. 2004. Bajista: Christopher Wolstenholme

Un riff introductorio desgarrador. Desde el primer compás revela sus intenciones de destruir y desgarrar la carne del que escucha la pieza musical. Es realmente intenso, con distorsiones que destrozan el sonido profundo y grave del bajo. Con un movimiento ascendente intenso, seguido de la caída que nos hace bajar y saltar en pogos infinitos, eternos. La épica de la canción recae en este riff, junto al vozarrón de Matt Bellamy, quien devuelve vocales melódicas y épicas. El groove se complementa con una batería simple en apariencia pero totalmente compenetrada con los movimientos del bajo de Wolstenholme

Invitame un café en cafecito.app